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lunes, 27 de agosto de 2012

El mundo de mamá y la abuela Matilde


A veces nos preguntamos porqué es tan difícil educar a nuestros hijos. A veces, también, nos contestamos encogiendo los hombros y echándonos a la espalda la responsabilidad y la culpa.

Las preguntas como ésta son largas de contestar, en algunos casos parece que lleva una vida descifrar el mal humor, el grito atropellado o la impaciencia con que tratamos a los niños.

En el Children´s Spot acogemos una nueva edición de Mamá Mundo, un taller de teatro y creatividad que se propone indagar en las zonas ocultas de la maternidad: silencios, conflictos y dolores que amenazan con oscurecer el maravilloso mundo de mamá.

En esta nueva edición, que hemos titulado Abuelas, madres, hijas, nos proponemos trabajar la perspectiva maternal con un enfoque integrador de las distintas edades que conviven en el cuerpo de la mujer. Con talante indagador y espíritu pacificador, vamos desentrañando los enigmas de las madres hasta alcanzar algún claro de comprensión.

En esa estábamos el pasado domingo 26, cuando apareció la abuela Matilde en plena improvisación, delirante caricatura del desamor, a contarnos los secretos de su nieta.

Abuelas, madres e hijas danzaron en la sala de trabajo saltando sin poder saltar, dando guerra a un dolor atragantado y sonriendo frente a insólitas islas de amor y contención, eterno gozo del pasado.

Es éste un taller vital y esperanzador que abre puertas hacia adentro, donde está exactamente la llave que estamos buscando.

¡No te pierdas la próxima ocasión!

 La abuela Matilde en el Children´s Spot

martes, 14 de agosto de 2012

¡Aquí estamos!

Rastrea nuestras huellas...  ¡aquí estamos!
Descansaremos el 15 de agosto... el calor no deja escapatoria. Pero a partir del 16 estaremos en el Spot con castillos de arena, con charlas, cuentacuentos y talleres de teatro.
Ven, ven, ven..


lunes, 6 de agosto de 2012

Cautivos del bien y el mal

Me he propuesto escribir este blog como un cuaderno de viaje de lo que vivo diariamente en el Spot. En ese sentido me excuso si la forma no está elaborada. Guiso, limpio, canto y pinto a todo trapo, mientras ríen, juegan y corretean a mi alrededor tres niños de 3 y 4 años.
Grandes astronautas, pintores, pilotos y lavaplatos, alborotados y numinosos los niños me tienden de vez en cuando una emboscada cuentacuentos. El trato es genial: en el cuento yo avanzo y pregunto, ellos responden. Nos encotramos sobre la colchoneta, yo reducida a pajarito herido, mi hijo Yvo cual león rugiente se lanza contra mi estómago y grito de dolor: ¡Aaaaaaaaaay!
Se detiene el juego e Yvo se pregunta, espeta, llora de desconsuelo por la incomprensión:¿¡ Pero yo soy el león, el gruaauu es malo, y come a pipí (pajarito, o sea yo). Claro.